Iparragirre 7. 48901 Barakaldo
944370741
Lun. - vie. de 8:00 a 20:30h

¿Qué es la endodoncia?

¿Tienes problemas con un diente desde hace tiempo? ¿Te han dicho que probablemente necesitas una endodoncia? Si no has oído hablar nunca de este tratamiento, merece la pena conocer en qué consiste y cómo te puede ayudar a mejorar tu salud bucodental.

¿Qué es una endodoncia?

Se trata de una intervención que se realiza en el interior del diente para extirpar la pulpa dental. Esto es lo que se conoce popularmente como “nervio”.

Para hacerla, se atraviesa el esmalte abriendo una cavidad hasta llegar a la cámara pulpar. Desde allí el dentista puede acceder al conducto en el que se encuentra la pulpa dental. Una vez aquí, la extirpa totalmente para eliminar cualquier signo de enfermedad. Después, rellenará el vacío dejado en el interior sellándolo.

¿Cuándo se hace una endodoncia?

Este tratamiento está indicado en diversas patologías graves. Por ejemplo:

  • La pulpitis irreversible.
  • Las caries muy profundas que llegan casi al nervio dental.
  • La rotura de un diente muy cerca de la zona donde se encuentra la pulpa.

Antes de continuar, es muy importante definir qué es la pulpa dental, un término poco conocido para la mayoría de los pacientes. Se trata de un tejido ubicado en el interior más profundo del diente que está lleno de nervios y vasos sanguíneos. Esto hace que, ante cualquier inflamación o infección, se produzca un dolor muy intenso. En nuestra clínica dental en Barakaldo tenemos el tratamiento que estás buscando.

La endodoncia soluciona este problema y, además, evita una lesión irreversible en el diente.

¿Cómo se hace una endodoncia?

Este procedimiento dental se realiza en varias sesiones dependiendo del grado de afectación que sufra el paciente. Este deberá someterse a una exploración previa para saber hasta qué punto está dañada la pieza dental, el número de raíces y su estado. También hay que tener en cuenta que es indispensable tratar todos los conductos del diente.

Los pasos que se llevan a cabo en una endodoncia son:

  • Anestesia previa.
  • Apertura del diente para poder acceder a las raíces.
  • Limpieza de conductos y colocación de una obturación provisional para evitar infecciones y prevenir daños hasta la próxima sesión.
  • Eliminación de los restos de pulpa.
  • Preparación de los conductos para la obturación definitiva.
  • Obturación final con una sustancia que sella por completo el diente y ocupa todo el conducto. De esta manera, además, se aísla.

Una vez realizado todo este proceso, en dos o tres días te desaparecerá cualquier pequeña inflamación o dolor que tengas. Tu dentista te recetará los analgésicos adecuados para sobrellevar las molestias. Después, ya podrás hacer tu vida normal. Solamente tendrás que preocuparte por llevar a cabo la higiene dental habitual.

La prevención

Recuerda que la mejor manera de cuidar tu dentadura es acudir al dentista ante cualquier problema o dolor que percibas. Solo así el especialista podrá valorar la situación y poner el tratamiento preventivo más adecuado, evitando en muchos casos el tener que llegar a intervenciones más serias como esta.

Ahora que ya sabes qué es una endodoncia, no dudes en ponerte en manos de los profesionales de Centro Odontológico Médico Quirúrgico de Barakaldo para que te realice el tratamiento cuando sea necesario.

¿Qué es la periimplantitis?

Llevar implantes dentales es una solución muy eficaz cuando falta alguna pieza dental en la boca. Como tal vez sepas, la falta de piezas dentales puede tener efectos muy negativos en la salud, por lo que es muy positivo recurrir a los implantes. Se trata de un proceso muy seguro, aunque en algún caso puede surgir alguna complicación. Una de ellas es la periimplantitis, y en este artículo te vamos a explicar en qué consiste, qué síntomas tiene y de qué modo puedes contribuir a su prevención.

¿Qué es la periimplantitis?

Se trata de una enfermedad que afecta a los tejidos de alrededor del implante dental, tanto los tejidos duros como los blandos. Por su terminación en “-itis”, podemos deducir que se trata de una inflamación. En efecto, cuando se produce se inflaman los tejidos blandos que rodean el implante. Esta inflamación se da a la vez que se destruye el tejido óseo en el que está insertado el propio implante. Como ves, hay gran afectación de los tejidos que rodean a esta pieza.

Si te preguntas cuándo puede tener lugar, ten en cuenta que se trata de una complicación tardía.

Síntomas de la periimplantitis

Será el especialista quien determine si tienes esta afección, con la cual puedes presentar los siguientes síntomas:

  • Sangrado o supuración al explorar el implante.
  • Dolor a la percusión en el implante.
  • Enrojecimiento de la mucosa que rodea al implante.
  • Profundidad superior a 6 milímetros de sondaje.
  • Movilidad del propio implante.
  • Malestar y dolor continuados.
  • Placa bacteriana alrededor del implante.
  • Pérdida de hueso observable en la radiografía.

¿Cuál es el tratamiento?

Según cómo de afectado esté tu hueso, el tratamiento puede ser uno de los siguientes:

  • Tratamiento de los defectos del hueso: Consiste en un curetaje de las lesiones existentes mediante el uso de materiales que sustituyen el hueso que ha sido dañado. Así se detiene el progreso de la afección.
  • Tratamiento de superficial del implante para la eliminación de la placa bacteriana que se haya ido acumulando.
  • Tratamiento para regenerar los defectos del hueso: En este caso, se elimina el tejido de granulación, con el objetivo de que se destruyan las bacterias causantes de la infección. Al hacer esto, la inflamación se ve reducida.

¿Se puede prevenir la periimplantitis?

Es una cuestión compleja, ya que depende de muchos factores. No obstante, algunos de esos factores dependerán de ti, así que debes tener cuidado al respecto.

Los factores que predisponen a padecer la periimplantitis son:

  • Higiene oral deficiente.
  • Enfermedades periodontales existentes antes de la colocación del implante.
  • Consumo de tabaco y alcohol.
  • Diabetes.
  • Calidad ósea deficiente.
  • Implante mal colocado.
  • Combinación de factores sistémicos.
  • Contaminación del implante con bacterias al insertarlo.
  • Complicaciones por trauma quirúrgico.
  • Sobrecarga por descompensación de fuerzas.
  • Falta de estabilidad primaria del implante.

Como has podido comprobar, la periimplantitis es una enfermedad que puede tener distintos grados de gravedad. En nuestra clínica dental en Barakaldo te damos la solución. Aunque muchos síntomas solo puede detectarlos el dentista, hay otros que notarás tú mismo y a los que debes prestar atención. Además, está en tus manos evitar algunas de las causas para prevenir su aparición.

Dentina dental, ¿qué es y cómo cuidarla?

Cuando se trata de abordar la salud bucodental, se habla mucho sobre el esmalte y por qué debemos protegerlo, pero nunca se habla de la dentina dental. En pocas palabras, si no cuidas tu esmalte, tu dentina quedará expuesta. Es en este artículo donde explicamos este concepto al detalle.

¿Qué es la dentina?

La dentina es uno de los cuatro tejidos que pueden conformar tu pieza dentaria o diente. Va a rodearse generalmente del esmalte, del cemento y la pulpa. La dentina es resistente, pero no tan sólida como el esmalte. Sabemos que, aunque es menos conocida que el esmalte, en realidad constituye la mayor parte de la estructura de la pieza dentaria.

Para situarla mejor, la dentina, que es de color blanco cremoso a amarillento, se encuentra inmediatamente debajo del esmalte. Esta es la razón por la que nuestros dientes se ven menos brillantes cuando el esmalte se corroe. En estos casos, la dentina empieza a mostrarse aún más dando esa sonrisa amarillenta poco estética.

En sí, se podría decir que tiene una estructura similar a la del hueso. No obstante, este tejido es más blando en comparación con el tejido óseo. Debes saber que a su vez existen tres tipos de dentina: la primaria, la secundaria y terciaria. La capa externa es la primaria, la capa secundaria de dentina se produce después de que la raíz del diente se ha desarrollado completamente y la dentina terciaria es aquella que responde a estímulos. Los tres tipos de dentina son vitales para mantener la buena calidad de los dientes.

Y, ¿cuál es la función de la dentina? Básicamente, proteger los elementos del interior. Cuando la dentina queda expuesta, el diente también se vuelve más sensible. Dentro de la dentina, se pueden encontrar tubulillos que se conectan a la pulpa del diente. La pulpa juega un papel crucial ya que contiene vasos sanguíneos que aportan nutrición a los tejidos circundantes. También contiene terminaciones nerviosas que provocan dolor cuando los dientes están expuestos a cambios repentinos de temperatura (como al beber bebidas muy frías o calientes).

Cómo cuidar la dentina

Puede evitar dañar el esmalte y la dentina, es crucial mantener unos buenos hábitos de higiene bucal. Cepillarte sin hacer excesiva fuerza, utilizar un adecuado colutorio o enjugue bucal y hacer uso del hilo dental es clave.

Mantener una dieta saludable ayuda mucho a mantener las piezas fuertes. Es clave evitar las bebidas azucaradas, alcohólicas o demasiado ácidos que puedan corroer estas estructuras. Además, asegúrate de consumir calcio y vitamina D para mejorar la composición dentaria.

Por otro lado, es clave evitar hábitos perjudiciales. Por ejemplo, fumar puede provocar cáncer de boca pero además daña las estructuras de tus piezas dentarias, amarillea tus dientes y provoca enfermedades periodontales.

Como ves, no es difícil llevar a cabo unos buenos hábitos para proteger la dentina dental. Esto se puede prevenir. Puede asegurarse de que su dentina se mantenga saludable si también mantiene sus dientes nutridos. Para obtener más consejos sobre cómo cuidar su salud bucal, no dudes en contactar con el Centro Odontológico Médico Quirúrgico de Barakaldo.

¿Cómo mejorar la estética de la sonrisa?

La sonrisa es nuestra mejor carta de presentación. Sin duda, es una manera ideal de transmitir alegría, positivismo y buenas vibraciones a los demás. Sin embargo, muchas personas se acomplejan de sus dientes, lo que hace que no sonrían tanto como les gustaría. Si es tu caso, en este artículo te explicamos como puedes mejorar tu estética bucal.

7 consejos para sonrisa perfecta

A continuación, te recomendamos hábitos y tratamientos para deslumbrar a todos.

1. La dentadura, un factor decisivo

Esto podrá sonarte obvio, pero nuestros dientes son fundamentales en lo que a estética se refiere. No basta con tener la dentadura completa y alineada, sino que deben ocupar un espacio adecuado. Si son demasiado grandes (macrodoncia) o pequeños (microdoncia) restarán estética. Por suerte, existen procedimientos dirigidos a corregir ambas situaciones.

2. No olvides las encías

Otro de los factores que no debes olvidar son las encías, pues a veces ocupan demasiado espacio y dan lugar a lo que en odontología llamamos sonrisa gingival. Si es tu caso, no te preocupes. Existen procedimientos como la gingivectomía y la gingivoplastia que corrigen ese exceso de encía para que muestres más diente.

3. Un blanqueamiento, tu mejor opción

No hay nada más bonito que una sonrisa blanca y radiante. Sin embargo, algunos hábitos como tomar café, vino o fumar hacen que nuestros dientes se vayan oscureciendo con el paso del tiempo. Por tanto, un blanqueamiento es ideal para recuperar el tono brillante que los debe caracterizar.

4. Mantén a raya las manchas

Las prácticas a las que hacíamos referencia anteriormente (consumir café, vino y tabaco) y algunos alimentos de color oscuro pueden acabar manchando nuestros dientes. Para prevenirlo, te aconsejamos que comas manzanas, zanahorias o apios. Si lo deseas, también puedes hacerte una limpieza dental o emplear pastas blanqueadoras que te recomiende tu dentista.

5. Cuida tu salud bucodental

Si no tienes una higiene bucal correcta, de nada servirá que cuides de tu estética. Recuerda lavarte los dientes tres veces al día (así como después de consumir alimentos entre horas), utilizar un colutorio al menos una vez al día y acudir a consulta con un especialista al menos una vez al año.

6. Prueba con unas carillas

Probablemente hayas oído hablar alguna vez de las carillas dentales. Se trata de unas láminas muy finas que se aplican sobre la superficie del diente para que se vea totalmente diferente. Gracias a este sencillo procedimiento, es posible darle un tono más blanco, modelarlo y corregirlo en apariencia.

7. Cuidado con los tratamientos caseros

Sobre todo con la llegada de las redes sociales, cada vez más personas tienen acceso a información que no siempre es verídica. Muchos tratamientos dentales caseros pueden parecer tremendamente efectivos y sencillos, pero algunos podrían resultar contraproducentes. Te recomendamos que consultes a tu dentista de confianza en cualquier caso.

Como has podido ver, tener una sonrisa perfecta es posible. Solo necesitas cuidar de tu alimentación, seguir hábitos saludables y ponerte en manos de profesionales. Te aseguramos que el resultado será increíble y podrás disfrutar al sonreír.

¿Por qué tengo los dientes sensibles?

La sensación de tener dientes sensibles es algo bastante habitual. Por regla general, aparece cuando se toman helados o refrescos muy fríos. Esto puede ocurrir de forma puntual tanto en niños como en adultos, pero las personas afectadas terminan por padecer problemas más serios para la salud bucodental.

Es más, la mayoría de los pacientes con sensibilidad dental muestran un dolor intenso pero breve, el cual se mantiene con la ingesta de alimentos fríos. Por lo tanto, estamos ante la principal característica de esta dolencia, aunque si las molestias persisten, es posible que tengas un empaste en mal estado o una caries.

¿Cuáles son los estímulos que provocan la sensibilidad dental?

Cuando la boca está sana, el esmalte protege a la dentina (capa que se encuentra debajo del esmalte dental y que recubre el nervio interior) de todo tipo de exposición externa. Así, si tienes los dientes sensibles, significará que el esmalte está en mal estado, ya que el calor y el frío le afectan en demasía. Todo ello conduce hasta los nervios inferiores del diente, lo que produce entonces la dolencia por sensibilidad dental.

En este sentido, has de saber que existen hasta tres tipos de estímulos que producen sensibilidad dental, como son los estímulos térmicos, osmóticos o químicos y los táctiles o mecánicos. Estos se diferencian por los siguientes aspectos:

 Estímulos térmicos: Son aquellos que se activan con la ingesta de alimentos muy fríos (como un helado) o muy calientes (café, té…).

 Estímulos osmóticos o químicos: Este tipo de estímulos dependen del sabor de las comidas. Por ejemplo, los alimentos con azúcar o ácidos, los cuales pueden provocarte una sensación de dolor en los dientes sensibles.

 Estímulos táctiles o mecánicos: Se dan con el gesto diario de cepillarte los dientes o pasarte el hilo dental.

¿Cuáles son los factores que pueden causar sensibilidad dental?

Hay varios factores que pueden limitar la capacidad de protección del esmalte y originar la sensibilidad dental. Por ello, has de prestar atención a algunos productos, más si cabe cuando ya tienes los dientes sensibles, puesto que estarías aumentando la gravedad del problema.

Por ejemplo, el uso de una pasta de dientes blanqueadora puede ser una de estas causas. Esta decisión no la debes tomar a la ligera, ya que en el mercado dispones de muchas opciones para comprar dentífricos. Por tanto, lo más recomendable es que acudas a un dentista y te indique la pasta más adecuada para tus dientes.

Por otro lado, el estrés, la ansiedad y los nervios se han convertido en factores determinantes, ya que pueden acarrear bruxismo (apretar o rechinar los dientes de forma inconsciente).

Por último, los problemas en las encías también tienen un papel muy importante. No has de olvidar que, si esta parte de la boca está en mal estado, puede aparecer una excesiva sensibilidad en los dientes.

En resumen, si padeces esta dolencia, te aconsejamos acudir a nuestra clínica dental en Barakaldo. Te daremos la mejor solución y, de esta forma, mejorar el estado de tus dientes.

Cómo cuidar las encías para asegurar la salud oral

Una de las partes más delicadas del cuerpo son las encias. Los problemas que ocasiona su mala higiene suelen ser difíciles y dolorosos de solucionar. Si no quieres experimentar esta situación en primera persona, aquí van algunos consejos para cuidarlas y tener una buena salud bucodental.

Problemas de las encías

Antes de ver las recomendaciones, es importante que te conciencies de la importancia que tiene mantener unas encías sanas.

Dos son las principales afecciones de las encías: la gingivitis y la periodontitis. En los casos más leves, sus síntomas pueden ir desde el simple enrojecimiento e inflamación de la encía a su sangrado mientras te cepillas. Pero a medida que las bacterias van debilitando tu encía, esta acaba por retraerse dejando expuesta la raíz dental. Esto no solo implica un incremento en la sensación de sensibilidad, sino que además puede acabar suponiendo la movilidad y pérdida del diente.

En los casos más graves, la placa bacteriana que se acumula en tus encías puede pasar a la sangre. Aumenta así el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo 2.

Claves para mantener unas encías sanas

Cuando piensas en la salud de tu boca, seguramente lo primero que te viene a la mente son tus piezas dentales: su forma, cómo están colocadas, tu rutina de limpieza en ellas… Sin embargo las encías, las grandes olvidadas, son casi más importantes. Por este motivo se merecen tener una higiene específica. Te la resumimos en los siguientes puntos.

1. Cepillado diario

Cepillar tus dientes y encías debe ser una práctica que incorpores a tu día a día tras cada comida. No es necesario que apliques una fuerza excesiva; de hecho, esto puede originarte problemas como la retracción de las encías.

En esto influye además el tipo de cepillo que utilices. Para un cuidado de las encías óptimo apuesta por cepillos cuyas cerdas tengan una dureza media o suave, y no te olvides de renovarlos cada 3 meses.

En esta higiene diaria incorpora también seda dental o cepillos interproximales y un enjuague bucal.

2. Acude a tu dentista

Además del trabajo que debes hacer en casa, es más que recomendable que cada 8 o 10 meses acudas a revisión en tu clínica dental.

Para una limpieza completa existen tratamientos que se utilizan como profilaxisy que, realizados por el higienista dental, dejarán tu cavidad oral en perfecto estado.

3. Cuidado con los alimentos

Los azúcares y grasas saturadas propician la aparición de bacterias. Acabarán dañando tus encías si no cepillas tus dientes inmediatamente después de ingerirlos.

Encías

4. Especial atención en ciertos casos

Si tienes antecedentes en tu familia o padeces osteoporosis, enfermedades cardíacas, diabetes, VIH, etc., debes poner especial atención a la salud de tus encías. Igual ocurre si tienes las defensas bajas o has recibido un trasplante.

Otros casos sensibles responden a cambios hormonales como los vividos durante el embarazo, donde puede aparecer la gingivitis estacional.

Asegura la salud de tus encías con estas sencillas recomendaciones. Proteger la base de tus dientes es la clave para una boca sana y bonita.

contacto comq

Cómo combatir el mal aliento

El mal aliento es un desagradable factor que influye en las relaciones sociales y en la autoestima de quien lo padece. En este artículo te explicaremos las causas más generales de su aparición y cómo combatirlo.

¿Por qué aparece la halitosis?

La alitosis es síntoma, en muchas ocasiones, de problemas bucodentales, como caries o periodontitis. Por ello, te recomendamos que si percibes mal aliento de forma continua, te pongas en manos de odontólogos para que podamos hacerte una revisión bucal.

El mal olor en la boca puede aparecer de forma puntual o asiduamente y hace presencia por la descomposición de bacterias en la boca y en la parte superior de la lengua que producen mal olor. Aunque creas que solo te afecta a ti, son muchas las personas que tienen este problema.

¿Cuáles son las causas principales de la aparición del mal aliento?

Existen dos causas principales. Por un lado, encontramos la halitosis intraoral, que es la que se produce por alteraciones en la boca, y, por otra parte, se engloban todos los problemas asociados a partes del cuerpo extraorales, como el estómago o el aparato respiratorio.

Problemas intraorales de halitosis

La mayoría de las veces, las bacterias aparecen por no cepillarse los dientes de forma continua. Si tienes caries, además de dolor, te pueden provocar mal olor en la boca.

En la revisión de odontología inspeccionarán que no tengas gingivitis o periodontitis porque también son propulsores del mal sabor de boca y, en el caso de que tu boca hidrate poco y suela estar reseca, también puede aumentar el porcentaje de aparición de este hándicap. Por ejemplo, si estás atravesando un período de estrés, puede que notes más sequedad porque la salivación disminuya y aparezca la halitosis.

Si fumas, tienes muchas más posibilidades de que tu boca propague un olor desagradable porque la nicotina y el resto de sustancias del tabaco se quedan atrapadas entre los dientes y la lengua.

Problemas extraorales de mal aliento

Además de enfermedades como la diabetes o la ingesta de antidepresivos, los problemas de respiración, como la bronquitis o la sinusitis, pueden desencadenar en alientos malos. Pero también pueden producirlos algunos alimentos que forman vapor en el estómago durante la digestión, como la cebolla o el ajo.

Aliento

¿Cómo combatir el problema del aliento desagradable?

Una vez detectado el foco de origen del problema, te aconsejamos que tomes nota de los tratamientos que detallamos a continuación y que te ayudarán a combatir ese molesto olor.

El primero y más importante es que refuerces tu higiene bucodental, cepillando los dientes y la lengua cada día, y optes por no incorporar en tu dieta frutas y verduras que sean propensas aumentar el trastorno bucal. Como soluciones positivas incluiremos, por supuesto, dejar de fumar, en el caso de que seas fumador, y animarte a beber mucha agua.

Por otra parte, es muy importante que te hagas una revisión odontológica para que los profesionales podamos realizarte una limpieza dental profesional y acabar con toda la placa bacteriana.

En conclusión, debes cuidar el olor de tu aliento y esperamos que tomes en cuenta la información facilitada para que tomes los medios oportunos y desaparezca tu problema.