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¿Cuánto dura el proceso de colocación de un implante dental?

Si necesitas un implante dental, pero te preguntas acerca del tiempo que tardará este procedimiento, te resolvemos a continuación tus dudas. Como cada paciente es distinto, pueden darse diversos casos, como la falta de estructura ósea, que conllevaría a alargar el proceso del implante.

La duración de un implante según diferentes supuestos

Lo más recomendables es que, tras la pérdida de una pieza dental, acudas a nuestra clínica dental en Barakaldo, para que podamos valorar tu situación y poder actuar rápidamente, antes de que el hueco óseo que queda tras dicha pérdida produzca una reabsorción.

El tiempo en solucionar esta circunstancia varía según el caso de cada paciente. Para que te hagas una idea, te exponemos ejemplos que suelen ocurrir habitualmente.

Una boca en perfecto estado

Una boca en perfecto estado es aquella cuya estructura ósea cumple los requisitos adecuados para aceptar un implante. Esto implica que mantiene la dimensión idónea y no se ha dado pérdida del hueso maxilar.

Ante este caso, el implante quedará perfecto tras el tercer o cuarto mes de comenzar su proceso de osteintegración. Ten en cuenta que el procedimiento quirúrgico puede tardar entre 30 y 60 minutos, que es el tiempo que necesita el especialista para aplicar anestesia en el área, realizar una incisión y colocar dicho implante, finalizando con un punto de sutura.

Si te acaban de sacar una pieza dental

Es posible que te hayas tenido que sacar una muela y quieras realizar un implante donde antes tenías la pieza dental. El proceso no cambia, con respecto a lo explicado antes.

Será necesario que esperes a que ocurra la correcta cicatrización, tras la exodoncia, la cual puede tardar hasta 4 meses. Tras esta, y si tus condiciones maxilares son óptimas, el proceso de implante requerirá de otros 4 meses más.

Cuando has perdido un mínimo de estructura ósea

Tras una valoración previa del especialista, será necesario llevar a cabo un previo injerto óseo, con el fin de lograr un sustento adecuado para el implante que debe realizarse.

Una vez que logramos aumentar el volumen óseo, el procedimiento se mantiene inalterable con respecto a un paciente sin pérdida de hueso maxilar.

El injerto tendrá que anclarse al hueso original, necesitándose rellenar el espacio sobrante con hueso artificial. Al final, la duración de este proceso puede alargarse hasta el sexto mes, que será el momento en que se coloca la corona definitiva.

Cuando está ausente la estructura ósea maxilar

Este el caso más complejo y que requiere una mayor duración. Lo primero es implantar un hueso completo y esperar a que cicatrice. Este proceso puede durar 6 meses.

Pasados los 6 meses iniciales, se lleva a cabo el injerto de la pieza dental, que puede extenderse otros 3 meses más. Una vez transcurridos alrededor de 9 meses, podremos poner la corona, finalizando todo el procedimiento del implante.

El implante dental te devuelve la sonrisa, dejándote una dentadura impecable, y el equipo de profesionales de nuestra clínica dental en Barakaldo tienen las mejores soluciones dentales. En función de tu estructura ósea, puedes necesitar más o menos tiempo hasta lograr recuperar la satisfacción de tener una boca hermosa.

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¿Cuál es el proceso para colocar un implante dental?

Colocar un implante dental implica un proceso que quizás no conozcas. Descubre, paso a paso y gracias a los siguientes apartados, en qué consiste.

Diagnóstico y estrategia a seguir

Es fundamental que tu dentista realice las pruebas diagnósticas correspondientes. Radiografías, fotografías y un escáner en tres dimensiones de tu boca son siempre imprescindibles. Con la información obtenida, el implantólogo deberá ofrecerte un diagnóstico y diseñar un plan de trabajo que contenga los siguientes datos:

  • Cuáles son los problemas a corregir.
  • El tipo de implantes a colocar. Se deben incluir datos como el tamaño, el ángulo de inclinación y la posición.
  • La técnica que se usará durante la cirugía.

La cirugía

Dependerá de si se va a apostar por la cirugía tradicional o por la de carga inmediata. En el primer caso, se te realizarán unos cortes en las encías para colocar los implantes y proceder a su sutura. A los tres meses, puedes volver para que se te instalen las coronas. Este tipo de cirugía te exige un periodo de osteointegración (proceso por el que el implante cicatriza y se une a tu maxilar). Esta fase es indispensable para que la intervención sea un éxito.

La segunda opción conlleva que, el mismo día de la intervención, puedas ya lucir una corona provisional. Así, te ahorras un trimestre de tener que decantarte por la dieta blanda. Además, podrás lucir tu sonrisa sin complejos. Pasadas unas semanas, se te colocan las coronas definitivas. No tienes que esperar a que pase el periodo de osteointegración, ya que la perforación de tus encías es mucho menor y más exacta, por lo que se acorta su recuperación sensiblemente.

Retirada de los puntos de sutura y elaboración de los moldes

Lo habitual es, de haberte sometido a una cirugía tradicional, volver a la clínica a los diez días de la intervención. Tras la revisión ocular, es necesario retirar la sutura y hay que tomar las medidas correspondientes para la elaboración de la pieza dental. Se procede también a la restauración (elaboración de los moldes de las coronas definitivas). Tras unos quince días, se procede a ajustar las coronas y realizar las pruebas pertinentes para que comiences a masticar con normalidad.

Recomendaciones

Los expertos en implantología de nuestra clínica dental en Barakaldo te aconsejarán que, los primeros días, solo comas alimentos blandos y fríos. No podrás enjuagarte la boca hasta el tercero (con un colutorio que contenga clorhexidina). Deberás evitar el tabaco y el alcohol.

¿Es eficaz esta técnica?

Sí, pues en un 98 % de ocasiones es habitual conseguir los mejores resultados. Con tus nuevos implantes dentales conseguirás comer mejor y lucir una imagen más juvenil. Por lo tanto, puede concluirse que siempre lucirás tu mejor sonrisa al final del proceso arriba descrito.

Convierte un implante dental en el primer paso hacia la recuperación de tu sonrisa. No dudes a la hora de consultar a nuestro equipo de odontólogos al respecto. Seguro que podrás recuperar tu sonrisa fácilmente y volver a comer como antes de perder las piezas dentales a reemplazar. Confía en nuestra clínica dental en Barakaldo y renueva tu imagen fácilmente.

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Recesión gingival ¿qué es?

La recesión gingival, también conocida como retracción gingival, es el proceso mediante el cual se produce la retracción de la encía hacia la raíz del diente, siendo más frecuente en personas de más de 40 años, aunque también puede manifestarse en jóvenes. De hecho, uno de los motivos de este malestar es una mala práctica habitual del cepillado dental, así como el uso de cepillos con cerdas duras. Te lo contamos todo al respecto aquí.

Todo sobre la recesión gingival

Esta retracción tiene consecuencias del tipo estético como unos dientes más largos o de un color no uniforme o bien de dolor por la consecuente inflamación del margen gingival. Además, también presenta una mayor facilidad para la aparición de caries y la sensibilidad dental.

De hecho, este último aspecto es el principal motivo por el que los pacientes acuden a nuestra clínica dental en Barakaldo, ya que les cuesta comer determinados alimentos. No obstante, si sumamos todos estos malestares, encontramos una situación bastante compleja para los pacientes, los cuales pueden enfrentarse incluso a situaciones de pérdidas dentales con el paso de los años.

recesión gingival

¿Por qué se producen las recesiones gingivales?

Hay diferentes factores que tienen que ver con la aparición de estas retracciones, por lo que los dividiremos en diferentes apartados. Por un lado encuentras los factores fisiológicos son aquellos como las encías frías, las raíces dentarias prominentes, las malposiciones de los dientes o el frenillo con inserción en el margen gingival que impida una adecuada higiene por el dolor.

Por otro lado tienes los factores traumáticos tienen que ver con que el cepillo tenga cerdas duras, la técnica del cepillado no sea correcta o hagas un mal uso del hilo interdental, tengas maloclusión dental o una ortodoncia relacionada con un mal control de placa. Además, los piercings en la lengua o los labios tampoco ayudan, ya que crean quemaduras en la superficie del diente.

En cuanto a las causas víricas, son aquellas que se producen como consecuencias de los herpes simples, ya que pueden llevar a úlceras bucales; las causas bacterianas serían la acumulación de placa bacteriana en la superficie del diente o la periodontitis.

Síntomas y tratamiento

Los síntomas pueden presentarse de distinta forma, pero los más comunes que observarás son las irritaciones gingivales, los dientes más largos o la sensibilidad a alimentos muy fríos o muy calientes, así como la acumulación de placas y sarro, encías rojas o doloridas, o molestias durante el cepillado.

Finalmente, para establecer un tratamiento hay que tener en cuenta el grado de retracción gingival que tengas, puesto a que si es pequeño, no habrá problemas de sensibilidad asociados y será suficiente con hacer una higiene más minuciosa o hacerte una limpieza dental en la clínica.

En cambio, si los dolores son más pronunciados habría que estudiar otras soluciones como hacer una cobertura radicular para garantizarte una protección contra la sensibilidad y facilitarte técnicas de higiene para prevenir un mayor alcance de la lesión. Visita nuestra clínica dental en Barakaldo y te asesoramos a buscar la mejor solución bucodental.

En resumen, si tienes recesión gingival debes acudir a un especialista para que te diga qué debes hacer para mejorar este problema con tus dientes y así tener una mejor salud bucodental.

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¿Qué es la endodoncia?

¿Tienes problemas con un diente desde hace tiempo? ¿Te han dicho que probablemente necesitas una endodoncia? Si no has oído hablar nunca de este tratamiento, merece la pena conocer en qué consiste y cómo te puede ayudar a mejorar tu salud bucodental.

¿Qué es una endodoncia?

Se trata de una intervención que se realiza en el interior del diente para extirpar la pulpa dental. Esto es lo que se conoce popularmente como “nervio”.

Para hacerla, se atraviesa el esmalte abriendo una cavidad hasta llegar a la cámara pulpar. Desde allí el dentista puede acceder al conducto en el que se encuentra la pulpa dental. Una vez aquí, la extirpa totalmente para eliminar cualquier signo de enfermedad. Después, rellenará el vacío dejado en el interior sellándolo.

¿Cuándo se hace una endodoncia?

Este tratamiento está indicado en diversas patologías graves. Por ejemplo:

  • La pulpitis irreversible.
  • Las caries muy profundas que llegan casi al nervio dental.
  • La rotura de un diente muy cerca de la zona donde se encuentra la pulpa.

Antes de continuar, es muy importante definir qué es la pulpa dental, un término poco conocido para la mayoría de los pacientes. Se trata de un tejido ubicado en el interior más profundo del diente que está lleno de nervios y vasos sanguíneos. Esto hace que, ante cualquier inflamación o infección, se produzca un dolor muy intenso. En nuestra clínica dental en Barakaldo tenemos el tratamiento que estás buscando.

La endodoncia soluciona este problema y, además, evita una lesión irreversible en el diente.

¿Cómo se hace una endodoncia?

Este procedimiento dental se realiza en varias sesiones dependiendo del grado de afectación que sufra el paciente. Este deberá someterse a una exploración previa para saber hasta qué punto está dañada la pieza dental, el número de raíces y su estado. También hay que tener en cuenta que es indispensable tratar todos los conductos del diente.

Los pasos que se llevan a cabo en una endodoncia son:

  • Anestesia previa.
  • Apertura del diente para poder acceder a las raíces.
  • Limpieza de conductos y colocación de una obturación provisional para evitar infecciones y prevenir daños hasta la próxima sesión.
  • Eliminación de los restos de pulpa.
  • Preparación de los conductos para la obturación definitiva.
  • Obturación final con una sustancia que sella por completo el diente y ocupa todo el conducto. De esta manera, además, se aísla.

Una vez realizado todo este proceso, en dos o tres días te desaparecerá cualquier pequeña inflamación o dolor que tengas. Tu dentista te recetará los analgésicos adecuados para sobrellevar las molestias. Después, ya podrás hacer tu vida normal. Solamente tendrás que preocuparte por llevar a cabo la higiene dental habitual.

La prevención

Recuerda que la mejor manera de cuidar tu dentadura es acudir al dentista ante cualquier problema o dolor que percibas. Solo así el especialista podrá valorar la situación y poner el tratamiento preventivo más adecuado, evitando en muchos casos el tener que llegar a intervenciones más serias como esta.

Ahora que ya sabes qué es una endodoncia, no dudes en ponerte en manos de los profesionales de Centro Odontológico Médico Quirúrgico de Barakaldo para que te realice el tratamiento cuando sea necesario.

¿Qué es la periimplantitis?

Llevar implantes dentales es una solución muy eficaz cuando falta alguna pieza dental en la boca. Como tal vez sepas, la falta de piezas dentales puede tener efectos muy negativos en la salud, por lo que es muy positivo recurrir a los implantes. Se trata de un proceso muy seguro, aunque en algún caso puede surgir alguna complicación. Una de ellas es la periimplantitis, y en este artículo te vamos a explicar en qué consiste, qué síntomas tiene y de qué modo puedes contribuir a su prevención.

¿Qué es la periimplantitis?

Se trata de una enfermedad que afecta a los tejidos de alrededor del implante dental, tanto los tejidos duros como los blandos. Por su terminación en “-itis”, podemos deducir que se trata de una inflamación. En efecto, cuando se produce se inflaman los tejidos blandos que rodean el implante. Esta inflamación se da a la vez que se destruye el tejido óseo en el que está insertado el propio implante. Como ves, hay gran afectación de los tejidos que rodean a esta pieza.

Si te preguntas cuándo puede tener lugar, ten en cuenta que se trata de una complicación tardía.

Síntomas de la periimplantitis

Será el especialista quien determine si tienes esta afección, con la cual puedes presentar los siguientes síntomas:

  • Sangrado o supuración al explorar el implante.
  • Dolor a la percusión en el implante.
  • Enrojecimiento de la mucosa que rodea al implante.
  • Profundidad superior a 6 milímetros de sondaje.
  • Movilidad del propio implante.
  • Malestar y dolor continuados.
  • Placa bacteriana alrededor del implante.
  • Pérdida de hueso observable en la radiografía.

¿Cuál es el tratamiento?

Según cómo de afectado esté tu hueso, el tratamiento puede ser uno de los siguientes:

  • Tratamiento de los defectos del hueso: Consiste en un curetaje de las lesiones existentes mediante el uso de materiales que sustituyen el hueso que ha sido dañado. Así se detiene el progreso de la afección.
  • Tratamiento de superficial del implante para la eliminación de la placa bacteriana que se haya ido acumulando.
  • Tratamiento para regenerar los defectos del hueso: En este caso, se elimina el tejido de granulación, con el objetivo de que se destruyan las bacterias causantes de la infección. Al hacer esto, la inflamación se ve reducida.

¿Se puede prevenir la periimplantitis?

Es una cuestión compleja, ya que depende de muchos factores. No obstante, algunos de esos factores dependerán de ti, así que debes tener cuidado al respecto.

Los factores que predisponen a padecer la periimplantitis son:

  • Higiene oral deficiente.
  • Enfermedades periodontales existentes antes de la colocación del implante.
  • Consumo de tabaco y alcohol.
  • Diabetes.
  • Calidad ósea deficiente.
  • Implante mal colocado.
  • Combinación de factores sistémicos.
  • Contaminación del implante con bacterias al insertarlo.
  • Complicaciones por trauma quirúrgico.
  • Sobrecarga por descompensación de fuerzas.
  • Falta de estabilidad primaria del implante.

Como has podido comprobar, la periimplantitis es una enfermedad que puede tener distintos grados de gravedad. En nuestra clínica dental en Barakaldo te damos la solución. Aunque muchos síntomas solo puede detectarlos el dentista, hay otros que notarás tú mismo y a los que debes prestar atención. Además, está en tus manos evitar algunas de las causas para prevenir su aparición.

Dentina dental, ¿qué es y cómo cuidarla?

Cuando se trata de abordar la salud bucodental, se habla mucho sobre el esmalte y por qué debemos protegerlo, pero nunca se habla de la dentina dental. En pocas palabras, si no cuidas tu esmalte, tu dentina quedará expuesta. Es en este artículo donde explicamos este concepto al detalle.

¿Qué es la dentina?

La dentina es uno de los cuatro tejidos que pueden conformar tu pieza dentaria o diente. Va a rodearse generalmente del esmalte, del cemento y la pulpa. La dentina es resistente, pero no tan sólida como el esmalte. Sabemos que, aunque es menos conocida que el esmalte, en realidad constituye la mayor parte de la estructura de la pieza dentaria.

Para situarla mejor, la dentina, que es de color blanco cremoso a amarillento, se encuentra inmediatamente debajo del esmalte. Esta es la razón por la que nuestros dientes se ven menos brillantes cuando el esmalte se corroe. En estos casos, la dentina empieza a mostrarse aún más dando esa sonrisa amarillenta poco estética.

En sí, se podría decir que tiene una estructura similar a la del hueso. No obstante, este tejido es más blando en comparación con el tejido óseo. Debes saber que a su vez existen tres tipos de dentina: la primaria, la secundaria y terciaria. La capa externa es la primaria, la capa secundaria de dentina se produce después de que la raíz del diente se ha desarrollado completamente y la dentina terciaria es aquella que responde a estímulos. Los tres tipos de dentina son vitales para mantener la buena calidad de los dientes.

Y, ¿cuál es la función de la dentina? Básicamente, proteger los elementos del interior. Cuando la dentina queda expuesta, el diente también se vuelve más sensible. Dentro de la dentina, se pueden encontrar tubulillos que se conectan a la pulpa del diente. La pulpa juega un papel crucial ya que contiene vasos sanguíneos que aportan nutrición a los tejidos circundantes. También contiene terminaciones nerviosas que provocan dolor cuando los dientes están expuestos a cambios repentinos de temperatura (como al beber bebidas muy frías o calientes).

Cómo cuidar la dentina

Puede evitar dañar el esmalte y la dentina, es crucial mantener unos buenos hábitos de higiene bucal. Cepillarte sin hacer excesiva fuerza, utilizar un adecuado colutorio o enjugue bucal y hacer uso del hilo dental es clave.

Mantener una dieta saludable ayuda mucho a mantener las piezas fuertes. Es clave evitar las bebidas azucaradas, alcohólicas o demasiado ácidos que puedan corroer estas estructuras. Además, asegúrate de consumir calcio y vitamina D para mejorar la composición dentaria.

Por otro lado, es clave evitar hábitos perjudiciales. Por ejemplo, fumar puede provocar cáncer de boca pero además daña las estructuras de tus piezas dentarias, amarillea tus dientes y provoca enfermedades periodontales.

Como ves, no es difícil llevar a cabo unos buenos hábitos para proteger la dentina dental. Esto se puede prevenir. Puede asegurarse de que su dentina se mantenga saludable si también mantiene sus dientes nutridos. Para obtener más consejos sobre cómo cuidar su salud bucal, no dudes en contactar con el Centro Odontológico Médico Quirúrgico de Barakaldo.

¿Cómo mejorar la estética de la sonrisa?

La sonrisa es nuestra mejor carta de presentación. Sin duda, es una manera ideal de transmitir alegría, positivismo y buenas vibraciones a los demás. Sin embargo, muchas personas se acomplejan de sus dientes, lo que hace que no sonrían tanto como les gustaría. Si es tu caso, en este artículo te explicamos como puedes mejorar tu estética bucal.

7 consejos para sonrisa perfecta

A continuación, te recomendamos hábitos y tratamientos para deslumbrar a todos.

1. La dentadura, un factor decisivo

Esto podrá sonarte obvio, pero nuestros dientes son fundamentales en lo que a estética se refiere. No basta con tener la dentadura completa y alineada, sino que deben ocupar un espacio adecuado. Si son demasiado grandes (macrodoncia) o pequeños (microdoncia) restarán estética. Por suerte, existen procedimientos dirigidos a corregir ambas situaciones.

2. No olvides las encías

Otro de los factores que no debes olvidar son las encías, pues a veces ocupan demasiado espacio y dan lugar a lo que en odontología llamamos sonrisa gingival. Si es tu caso, no te preocupes. Existen procedimientos como la gingivectomía y la gingivoplastia que corrigen ese exceso de encía para que muestres más diente.

3. Un blanqueamiento, tu mejor opción

No hay nada más bonito que una sonrisa blanca y radiante. Sin embargo, algunos hábitos como tomar café, vino o fumar hacen que nuestros dientes se vayan oscureciendo con el paso del tiempo. Por tanto, un blanqueamiento es ideal para recuperar el tono brillante que los debe caracterizar.

4. Mantén a raya las manchas

Las prácticas a las que hacíamos referencia anteriormente (consumir café, vino y tabaco) y algunos alimentos de color oscuro pueden acabar manchando nuestros dientes. Para prevenirlo, te aconsejamos que comas manzanas, zanahorias o apios. Si lo deseas, también puedes hacerte una limpieza dental o emplear pastas blanqueadoras que te recomiende tu dentista.

5. Cuida tu salud bucodental

Si no tienes una higiene bucal correcta, de nada servirá que cuides de tu estética. Recuerda lavarte los dientes tres veces al día (así como después de consumir alimentos entre horas), utilizar un colutorio al menos una vez al día y acudir a consulta con un especialista al menos una vez al año.

6. Prueba con unas carillas

Probablemente hayas oído hablar alguna vez de las carillas dentales. Se trata de unas láminas muy finas que se aplican sobre la superficie del diente para que se vea totalmente diferente. Gracias a este sencillo procedimiento, es posible darle un tono más blanco, modelarlo y corregirlo en apariencia.

7. Cuidado con los tratamientos caseros

Sobre todo con la llegada de las redes sociales, cada vez más personas tienen acceso a información que no siempre es verídica. Muchos tratamientos dentales caseros pueden parecer tremendamente efectivos y sencillos, pero algunos podrían resultar contraproducentes. Te recomendamos que consultes a tu dentista de confianza en cualquier caso.

Como has podido ver, tener una sonrisa perfecta es posible. Solo necesitas cuidar de tu alimentación, seguir hábitos saludables y ponerte en manos de profesionales. Te aseguramos que el resultado será increíble y podrás disfrutar al sonreír.

¿Qué es la fluorosis dental?

En algunas ocasiones podemos pensar que utilizar más pasta de dientes es mejor para nuestra salud y la de los más pequeños de la casa. No obstante, el exceso puede traducirse en un problema como es la fluorosis dental, que si no se detecta y trata a tiempo requerirá que se tengan que realizar tratamientos más importantes en el futuro, como las carillas o la microabrasión. Por eso, en este artículo queremos darte las pautas para prevenir esta condición que suele afectar a los más pequeños de la casa.

¿Qué es la fluorosis dental?

La fluorosis es un problema dental que puede detectarse por la aparición de manchas blanquecinas, especialmente en el caso de los más pequeños de la casa. El problema viene de una disminución de la mineralización de los dientes como consecuencia de un uso excesivo de flúor. Aunque el flúor es necesario para mantener la salud de nuestra boca, si se utiliza en exceso puede llevar a la descalcificación de las piezas dentales.

Este problema es muy frecuente en niños y seguro que te viene algún caso a la mente, si piensas en algún peque con manchitas blancas en los dientes. A continuación, te contamos cómo se puede prevenir. En caso de que el problema ya se haya hecho patente, habrá que recurrir a una microabrasión para poder eliminar esas manchas blancas. Y si estamos hablando de un estado más avanzado de la fluorosis, sería necesario empezar a hablar de ponerse carillas para ocultar el diente como tal. Este problema es fundamentalmente estético, como habrás podido ver, pero, si persiste, se podría transformar en una pérdida del esmalte por una composición no adecuada de sus minerales.

Fluorosis dental

¿Cómo se puede evitar este problema de salud bucodental?

Lo mejor de todo es que evitar esta condición es muy sencillo. En el caso de los niños muy pequeños, se recomienda utilizar la mínima cantidad de pasta dentífrica para el cepillado de los dientes. Esto es especialmente importante en niños de hasta tres años. Más adelante, hay que remarcar que la cantidad que se utiliza no debe superar el tamaño de un guisante.

Así pues, lo fundamental es explicar a los niños las ventajas que tiene el cepillado de dientes, pero siempre y cuando les digas también que un exceso de pasta podría perjudicarles. Del mismo modo, es importante remarcar que no pueden ingerirlo (el problema se agravaría) o que no utilicen el enjuague de flúor en exceso. Para facilitarte la tarea, lo mejor es evitar esas pastas de dientes especiales para niños, que suelen tener colores y sabores, pues les resultarán más atractivas y querrán añadir más cantidad. Nuestro consejo es que utilices una apta para los más pequeños, pero sin que tenga estas características.

En definitiva, la fluorosis dental no reviste demasiada importancia siempre y cuando se detecte a tiempo y se pongan los remedios para evitarla. Esperamos que en este artículo te hayamos podido aclarar en qué consiste la fluorosis y cómo puedes poner punto y final a esta enfermedad.

¿Qué es la odontología conservadora?

Tener problemas en un diente, ya no significa necesariamente que tengas que perderlo. La odontología conservadora se está imponiendo en la mayoría de consultas de estos profesionales como una opción para mejorar tu salud dental sin tener que recurrir a medidas extremas e invasivas que puedan tener consecuencias negativas en tu salud oral general.

¿Qué es la odontología conservadora?

En esencia, este tipo de tratamientos odontológicos se basa en restaurar los tejidos dañados de un diente por causas tan habituales como la caries. Es decir, el principal objetivo de esta técnica es evitar la extracción de las piezas que no están en buenas condiciones.

También se incluye en la categoría de odontología conservadora la prevención. Es decir, todos aquellos tratamientos que se realizan para evitar un futuro deterioro del diente.

Procedimientos de odontología conservadora

Hoy en día, tu odontólogo de confianza cuenta con muchos recursos técnicos pensados para poder salvar tanto la estética como la funcionalidad de tu dentadura. De esta manera, puedes conseguir que las piezas que hayan sufrido algún daño recuperen el comportamiento fisiológico que deben tener y, a la vez, que se igualen con el resto de dientes en cuanto a color y forma. Y, lo mejor de todo es que puedes disfrutar de las ventajas de estos tratamientos, incluso en caso de tener una caries avanzada. Por lo tanto, las posibilidades de que pierdas una pieza son realmente cada vez menores.

Odontología conservadora

El composite, protagonista de la odontología conservadora

Si hay un material que juega un papel importante en la reconstrucción funcional y estética de un diente, sin duda, es el composite. Sus excelentes resultados son uno de los motivos que lleva a su aplicación en todo tipo de reconstrucciones dentales.

Este material permite sustituir el tejido dental perdido y realizar las obturaciones o empastes necesarios para el tratamiento de la caries. En el mismo sentido, es adecuado para restaurar dientes rotos por un traumatismo.

Merece la pena destacar que estas restauraciones son mínimamente invasivas y, por lo tanto, no representan un problema para el paciente.

Las carillas de composite son otro de los tratamientos conservadores más habituales en odontología. En este caso, su principal función es mejorar el aspecto general de la sonrisa, corrigiendo defectos morfológicos y aportando un aspecto natural. Destacan por ser muy resistentes, prácticamente como el propio esmalte de los dientes naturales, y por tener el mismo aspecto que las piezas propias. Otra de sus grandes ventajas es que no son nada invasivas, porque se colocan encima del diente con un sistema adhesivo y sin necesidad de tallarlos, como ocurre en el caso de las conocidas carillas de porcelana.

Optar por alguna de las técnicas de odontología conservadora existentes en la actualidad es una garantía para que puedas tener una dentadura sana, funcional y estéticamente igualada sin tener que someterte a tratamientos invasivos, más molestos y con consecuencias negativas para la salud del conjunto de tus piezas dentales. Por lo tanto, es la mejor solución para algunos de los problemas dentales más habituales, como la caries.

¿En qué consiste la cirugía maxilofacial?

La cirugía maxilofacial es una de las especialidades de la odontología que se encarga de corregir algunas deformidades del esqueleto facial que originan problemas tanto estéticos como funcionales. ¿Quieres saber en qué consiste y cuándo podrías necesitarla?

¿Qué es la cirugía maxilofacial?

Se le conoce también como cirugía ortognática y su objetivo, tal y como te hemos indicado, no es otro que corregir las anomalías de los huesos faciales. Estos provocan que los dientes no estén en una posición correcta y que se produzcan malformaciones estéticas.

Normalmente, estas malformaciones faciales aparecen durante la etapa de crecimiento y se suelen estabilizar en la edad adulta. La anomalía afecta a uno o varios huesos de la cara (nariz, mentón, pómulos o maxilar) y aproximadamente el 25 % de la población la padece.

¿Qué tipo de tratamientos realiza un cirujano maxilofacial?

Este profesional se encarga de realizar reconstrucciones o tratamientos postoncológicos en la zona del cuello y la cabeza. Reconstruye los maxilares tras un accidente o por una malformación genética, extrae quistes y tumores orales, y realiza extracciones de piezas más complejas como pueden ser las muelas del juicio, que están próximas al nervio. Además, puede realizar también injertos óseos.

En definitiva, estos especialistas pueden diagnosticarte y tratarte aquellos problemas relacionados con la estructura facial, el rostro y la cavidad oral.

Cirugía maxilofacial

¿Cuándo se necesita una cirugía maxilofacial?

Como te hemos apuntado ya, este tipo de cirugía es necesaria para solucionar ciertos problemas estéticos y funcionales que pueden ser causados por un contacto y una posición incorrectos de las piezas dentales. Si la ortodoncia no es efectiva para ti, la cirugía es la mejor alternativa.

Por todo ello, esta opción es muy eficaz en problemas de maloclusión y de descompensación de tamaños entre la mandíbula y el maxilar superior, pues te provocan un desequilibrio en el aspecto facial.

El objetivo de la cirugía principalmente es conseguir una buena estabilidad de la oclusión, lo que te conferirá una estética y una funcionalidad bucofacial óptimas.

Fases de la cirugía

Vas a poder diferenciar 4 etapas:

1. Planificación y estudio. Es necesario que obtengas un diagnóstico preciso para establecer cómo será el proceso. Aquí colaboran estrechamente el ortodoncista y el cirujano. Se hacen diferentes análisis de modelos, tejidos, radiografías y hasta un estudio en 3D. Así se trabajará con la mayor información posible.

2. Ortodoncia. Antes de la intervención, se utilizará una ortodoncia para rectificar la mala colocación de tus piezas. Esta fase suele tener una duración de unos 18 meses.

3. Procedimiento quirúrgico. En este momento se te colocará correctamente la oclusión de los dientes. Es necesario aplicar anestesia general, por lo que será necesaria tu hospitalización.

4. Postoperatorio. La zona puede permanecer inflamada hasta 6 meses, pero eso dependerá de la capacidad de recuperación que tengas. Puedes dormir con la cabeza elevada o aplicar compresas de hielo para agilizar el proceso de recuperación.

Junto a todo esto, hay que destacar la importancia del mantenimiento a largo plazo y una correcta planificación inicial antes de comenzar el proceso de cirugía maxilofacial. Contacta con nuestros especialistas para cualquier tipo de duda.