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Category: Salud

Dentina dental, ¿qué es y cómo cuidarla?

Cuando se trata de abordar la salud bucodental, se habla mucho sobre el esmalte y por qué debemos protegerlo, pero nunca se habla de la dentina dental. En pocas palabras, si no cuidas tu esmalte, tu dentina quedará expuesta. Es en este artículo donde explicamos este concepto al detalle.

¿Qué es la dentina?

La dentina es uno de los cuatro tejidos que pueden conformar tu pieza dentaria o diente. Va a rodearse generalmente del esmalte, del cemento y la pulpa. La dentina es resistente, pero no tan sólida como el esmalte. Sabemos que, aunque es menos conocida que el esmalte, en realidad constituye la mayor parte de la estructura de la pieza dentaria.

Para situarla mejor, la dentina, que es de color blanco cremoso a amarillento, se encuentra inmediatamente debajo del esmalte. Esta es la razón por la que nuestros dientes se ven menos brillantes cuando el esmalte se corroe. En estos casos, la dentina empieza a mostrarse aún más dando esa sonrisa amarillenta poco estética.

En sí, se podría decir que tiene una estructura similar a la del hueso. No obstante, este tejido es más blando en comparación con el tejido óseo. Debes saber que a su vez existen tres tipos de dentina: la primaria, la secundaria y terciaria. La capa externa es la primaria, la capa secundaria de dentina se produce después de que la raíz del diente se ha desarrollado completamente y la dentina terciaria es aquella que responde a estímulos. Los tres tipos de dentina son vitales para mantener la buena calidad de los dientes.

Y, ¿cuál es la función de la dentina? Básicamente, proteger los elementos del interior. Cuando la dentina queda expuesta, el diente también se vuelve más sensible. Dentro de la dentina, se pueden encontrar tubulillos que se conectan a la pulpa del diente. La pulpa juega un papel crucial ya que contiene vasos sanguíneos que aportan nutrición a los tejidos circundantes. También contiene terminaciones nerviosas que provocan dolor cuando los dientes están expuestos a cambios repentinos de temperatura (como al beber bebidas muy frías o calientes).

Cómo cuidar la dentina

Puede evitar dañar el esmalte y la dentina, es crucial mantener unos buenos hábitos de higiene bucal. Cepillarte sin hacer excesiva fuerza, utilizar un adecuado colutorio o enjugue bucal y hacer uso del hilo dental es clave.

Mantener una dieta saludable ayuda mucho a mantener las piezas fuertes. Es clave evitar las bebidas azucaradas, alcohólicas o demasiado ácidos que puedan corroer estas estructuras. Además, asegúrate de consumir calcio y vitamina D para mejorar la composición dentaria.

Por otro lado, es clave evitar hábitos perjudiciales. Por ejemplo, fumar puede provocar cáncer de boca pero además daña las estructuras de tus piezas dentarias, amarillea tus dientes y provoca enfermedades periodontales.

Como ves, no es difícil llevar a cabo unos buenos hábitos para proteger la dentina dental. Esto se puede prevenir. Puede asegurarse de que su dentina se mantenga saludable si también mantiene sus dientes nutridos. Para obtener más consejos sobre cómo cuidar su salud bucal, no dudes en contactar con el Centro Odontológico Médico Quirúrgico de Barakaldo.

¿Por qué tengo los dientes sensibles?

La sensación de tener dientes sensibles es algo bastante habitual. Por regla general, aparece cuando se toman helados o refrescos muy fríos. Esto puede ocurrir de forma puntual tanto en niños como en adultos, pero las personas afectadas terminan por padecer problemas más serios para la salud bucodental.

Es más, la mayoría de los pacientes con sensibilidad dental muestran un dolor intenso pero breve, el cual se mantiene con la ingesta de alimentos fríos. Por lo tanto, estamos ante la principal característica de esta dolencia, aunque si las molestias persisten, es posible que tengas un empaste en mal estado o una caries.

¿Cuáles son los estímulos que provocan la sensibilidad dental?

Cuando la boca está sana, el esmalte protege a la dentina (capa que se encuentra debajo del esmalte dental y que recubre el nervio interior) de todo tipo de exposición externa. Así, si tienes los dientes sensibles, significará que el esmalte está en mal estado, ya que el calor y el frío le afectan en demasía. Todo ello conduce hasta los nervios inferiores del diente, lo que produce entonces la dolencia por sensibilidad dental.

En este sentido, has de saber que existen hasta tres tipos de estímulos que producen sensibilidad dental, como son los estímulos térmicos, osmóticos o químicos y los táctiles o mecánicos. Estos se diferencian por los siguientes aspectos:

 Estímulos térmicos: Son aquellos que se activan con la ingesta de alimentos muy fríos (como un helado) o muy calientes (café, té…).

 Estímulos osmóticos o químicos: Este tipo de estímulos dependen del sabor de las comidas. Por ejemplo, los alimentos con azúcar o ácidos, los cuales pueden provocarte una sensación de dolor en los dientes sensibles.

 Estímulos táctiles o mecánicos: Se dan con el gesto diario de cepillarte los dientes o pasarte el hilo dental.

¿Cuáles son los factores que pueden causar sensibilidad dental?

Hay varios factores que pueden limitar la capacidad de protección del esmalte y originar la sensibilidad dental. Por ello, has de prestar atención a algunos productos, más si cabe cuando ya tienes los dientes sensibles, puesto que estarías aumentando la gravedad del problema.

Por ejemplo, el uso de una pasta de dientes blanqueadora puede ser una de estas causas. Esta decisión no la debes tomar a la ligera, ya que en el mercado dispones de muchas opciones para comprar dentífricos. Por tanto, lo más recomendable es que acudas a un dentista y te indique la pasta más adecuada para tus dientes.

Por otro lado, el estrés, la ansiedad y los nervios se han convertido en factores determinantes, ya que pueden acarrear bruxismo (apretar o rechinar los dientes de forma inconsciente).

Por último, los problemas en las encías también tienen un papel muy importante. No has de olvidar que, si esta parte de la boca está en mal estado, puede aparecer una excesiva sensibilidad en los dientes.

En resumen, si padeces esta dolencia, te aconsejamos acudir a nuestra clínica dental en Barakaldo. Te daremos la mejor solución y, de esta forma, mejorar el estado de tus dientes.

Cómo cuidar las encías para asegurar la salud oral

Una de las partes más delicadas del cuerpo son las encias. Los problemas que ocasiona su mala higiene suelen ser difíciles y dolorosos de solucionar. Si no quieres experimentar esta situación en primera persona, aquí van algunos consejos para cuidarlas y tener una buena salud bucodental.

Problemas de las encías

Antes de ver las recomendaciones, es importante que te conciencies de la importancia que tiene mantener unas encías sanas.

Dos son las principales afecciones de las encías: la gingivitis y la periodontitis. En los casos más leves, sus síntomas pueden ir desde el simple enrojecimiento e inflamación de la encía a su sangrado mientras te cepillas. Pero a medida que las bacterias van debilitando tu encía, esta acaba por retraerse dejando expuesta la raíz dental. Esto no solo implica un incremento en la sensación de sensibilidad, sino que además puede acabar suponiendo la movilidad y pérdida del diente.

En los casos más graves, la placa bacteriana que se acumula en tus encías puede pasar a la sangre. Aumenta así el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares o diabetes de tipo 2.

Claves para mantener unas encías sanas

Cuando piensas en la salud de tu boca, seguramente lo primero que te viene a la mente son tus piezas dentales: su forma, cómo están colocadas, tu rutina de limpieza en ellas… Sin embargo las encías, las grandes olvidadas, son casi más importantes. Por este motivo se merecen tener una higiene específica. Te la resumimos en los siguientes puntos.

1. Cepillado diario

Cepillar tus dientes y encías debe ser una práctica que incorpores a tu día a día tras cada comida. No es necesario que apliques una fuerza excesiva; de hecho, esto puede originarte problemas como la retracción de las encías.

En esto influye además el tipo de cepillo que utilices. Para un cuidado de las encías óptimo apuesta por cepillos cuyas cerdas tengan una dureza media o suave, y no te olvides de renovarlos cada 3 meses.

En esta higiene diaria incorpora también seda dental o cepillos interproximales y un enjuague bucal.

2. Acude a tu dentista

Además del trabajo que debes hacer en casa, es más que recomendable que cada 8 o 10 meses acudas a revisión en tu clínica dental.

Para una limpieza completa existen tratamientos que se utilizan como profilaxisy que, realizados por el higienista dental, dejarán tu cavidad oral en perfecto estado.

3. Cuidado con los alimentos

Los azúcares y grasas saturadas propician la aparición de bacterias. Acabarán dañando tus encías si no cepillas tus dientes inmediatamente después de ingerirlos.

Encías

4. Especial atención en ciertos casos

Si tienes antecedentes en tu familia o padeces osteoporosis, enfermedades cardíacas, diabetes, VIH, etc., debes poner especial atención a la salud de tus encías. Igual ocurre si tienes las defensas bajas o has recibido un trasplante.

Otros casos sensibles responden a cambios hormonales como los vividos durante el embarazo, donde puede aparecer la gingivitis estacional.

Asegura la salud de tus encías con estas sencillas recomendaciones. Proteger la base de tus dientes es la clave para una boca sana y bonita.

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