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¿Qué es la odontología conservadora?

Tener problemas en un diente, ya no significa necesariamente que tengas que perderlo. La odontología conservadora se está imponiendo en la mayoría de consultas de estos profesionales como una opción para mejorar tu salud dental sin tener que recurrir a medidas extremas e invasivas que puedan tener consecuencias negativas en tu salud oral general.

¿Qué es la odontología conservadora?

En esencia, este tipo de tratamientos odontológicos se basa en restaurar los tejidos dañados de un diente por causas tan habituales como la caries. Es decir, el principal objetivo de esta técnica es evitar la extracción de las piezas que no están en buenas condiciones.

También se incluye en la categoría de odontología conservadora la prevención. Es decir, todos aquellos tratamientos que se realizan para evitar un futuro deterioro del diente.

Procedimientos de odontología conservadora

Hoy en día, tu odontólogo de confianza cuenta con muchos recursos técnicos pensados para poder salvar tanto la estética como la funcionalidad de tu dentadura. De esta manera, puedes conseguir que las piezas que hayan sufrido algún daño recuperen el comportamiento fisiológico que deben tener y, a la vez, que se igualen con el resto de dientes en cuanto a color y forma. Y, lo mejor de todo es que puedes disfrutar de las ventajas de estos tratamientos, incluso en caso de tener una caries avanzada. Por lo tanto, las posibilidades de que pierdas una pieza son realmente cada vez menores.

Odontología conservadora

El composite, protagonista de la odontología conservadora

Si hay un material que juega un papel importante en la reconstrucción funcional y estética de un diente, sin duda, es el composite. Sus excelentes resultados son uno de los motivos que lleva a su aplicación en todo tipo de reconstrucciones dentales.

Este material permite sustituir el tejido dental perdido y realizar las obturaciones o empastes necesarios para el tratamiento de la caries. En el mismo sentido, es adecuado para restaurar dientes rotos por un traumatismo.

Merece la pena destacar que estas restauraciones son mínimamente invasivas y, por lo tanto, no representan un problema para el paciente.

Las carillas de composite son otro de los tratamientos conservadores más habituales en odontología. En este caso, su principal función es mejorar el aspecto general de la sonrisa, corrigiendo defectos morfológicos y aportando un aspecto natural. Destacan por ser muy resistentes, prácticamente como el propio esmalte de los dientes naturales, y por tener el mismo aspecto que las piezas propias. Otra de sus grandes ventajas es que no son nada invasivas, porque se colocan encima del diente con un sistema adhesivo y sin necesidad de tallarlos, como ocurre en el caso de las conocidas carillas de porcelana.

Optar por alguna de las técnicas de odontología conservadora existentes en la actualidad es una garantía para que puedas tener una dentadura sana, funcional y estéticamente igualada sin tener que someterte a tratamientos invasivos, más molestos y con consecuencias negativas para la salud del conjunto de tus piezas dentales. Por lo tanto, es la mejor solución para algunos de los problemas dentales más habituales, como la caries.